¿Qué es el bloqueo de los ganglios simpáticos?

Los ganglios simpáticos son ganglios autonómicos dentro del sistema nervioso simpático.

Son los encargados de transmitir información relacionada con el estrés y acerca de peligros inminentes. Es decir, los ganglios simpáticos se encargan de la regulación de manera involuntaria de numerosas acciones, entre las que destacan la contracción de los músculos lisos y la secreción de ciertas glándulas. 

¿En qué consiste el bloqueo de los ganglios simpáticos?

Esta técnica se basa en la administración de un medicamento, ya sea anestésico local o corticoide, mediante una jeringa con aguja a fin de interrumpir la inervación simpática (explica esto de forma más corriente) con el paciente tumbado sobre una camilla.

Es decir, el objetivo es impedir que los ganglios simpáticos transmitan información al sistema nervioso acerca del dolor, dado que la inervación simpática es toda la trama de tejido nervioso que se encarga de dar la función motora sensitiva y autónoma de un territorio anatómico. 

El procedimiento consiste en realizar un pequeño pinchazo, se aplica anestésico local en la zona y se introduce una aguja fina hasta localizar la zona adecuada mediante guía radiológica y contraste o con ecografía. 

De esta manera, se provoca una degeneración de la transmisión neurológica que interrumpe la transmisión del dolor. 

¿En qué patologías se aplica el bloqueo de los ganglios simpáticos?

El bloqueo de ganglios simpáticos se emplea para minimizar el dolor abdominal y pélvico que generan ciertas patologías como la pancreatitis, la cistitis intersticial, endometriosis, y el dolor del cáncer que implica órganos abdominales altos como hígado y vías biliares, páncreas, y cáncer de órganos pélvicos como cuello uterino, útero, próstata y recto. 

Para determinar si el paciente es apto para este tipo de tratamiento se requiere de un diagnóstico clínico elaborado por un especialista.  

¿Cómo se determina el tipo de bloqueo de ganglios simpáticos?

Según la víscera u órgano afectado se debe bloquear la zona de la cadena prevertebral o los ganglios viscerales a una determinada altura de la columna. 

En concreto, el plexo celíaco inerva la gran parte de las vísceras abdominales incorporando estómago, hígado, suprarrenales, epiplón, intestino delgado y grueso hasta ángulo esplénico. Por tanto, se emplea generalmente para abordar el dolor generado a nivel abdominal. 

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