DOLOR CRÓNICO DE HOMBRO   

El dolor crónico de hombro se refiere a la persistencia del dolor en la articulación del hombro durante un período prolongado, generalmente más de tres meses. Es una condición que puede tener un impacto significativo en la calidad de vida de quienes la padecen. 

Los síntomas del dolor crónico de hombro pueden variar, pero generalmente incluyen: 

• Dolor persistente en el hombro. 
• Rigidez. 
• Debilidad. 
• Dificultad para mover el brazo.  
• Limitaciones en la amplitud de movimiento. 

¿QUÉ LO PUEDE CAUSAR?

El dolor crónico de hombro puede ser causado por diversas condiciones y factores. A continuación, te menciono algunas de las causas más comunes: 

• Lesiones del manguito de los rotadores: El manguito de los rotadores es un conjunto de músculos y tendones que estabilizan la articulación del hombro. Las lesiones en estos tejidos, como desgarros o degeneración gradual, pueden causar dolor crónico en el hombro. 
   
• Tendinitis: La tendinitis es la inflamación de los tendones en el hombro, y puede ser causada por movimientos repetitivos del brazo, traumatismos o el envejecimiento. Esto puede llevar al desarrollo de dolor crónico. 
   
• Bursitis: La bursa es una estructura que proporciona lubricación y reduce la fricción en la articulación del hombro. La inflamación de la bursa, conocida como bursitis, puede causar dolor crónico en el hombro. 
   
  
• Artritis: La artritis, tanto la osteoartritis como la artritis reumatoide, puede afectar la articulación del hombro y provocar dolor crónico. 
   
• Inestabilidad del hombro: Cuando los ligamentos que mantienen la articulación del hombro en su lugar están debilitados o dañados, se puede producir una sensación de inestabilidad en el hombro, acompañada de dolor crónico. 
   
• Pinzamiento del hombro: Ocurre cuando los tejidos blandos (tendones y bursa) que discurren por el espacio subacromial, una parte de la articulación del hombro, se inflaman propiciando limitación de la movilidad y dolor. 
   
• Congelamiento del hombro (capsulitis adhesiva): Se caracteriza por la inflamación y el engrosamiento de la cápsula articular del hombro, lo que causa dolor y rigidez progresiva en la articulación. 

Además de estas causas, existen otros factores de riesgo que pueden contribuir al dolor crónico de hombro, como la edad avanzada, traumatismos previos en el hombro, malas posturas, práctica de actividades físicas exigentes y ciertas condiciones de salud, como la diabetes y las enfermedades reumáticas. 

¿SE PUEDE PREVENIR?

Si bien no se puede prevenir en todos los casos, existen medidas que pueden reducir el riesgo de desarrollar dolor crónico de hombro. Aquí tienes algunas recomendaciones que pueden ayudar: 
 

• Mantén una postura adecuada: Adopta una postura erguida y evita encorvarte, especialmente al sentarte y al trabajar frente a un escritorio. La mala postura puede ejercer tensión adicional en los músculos y tendones del hombro. 
   
• Evita movimientos repetitivos: Si tu trabajo o actividades diarias implican movimientos repetitivos del hombro, procura tomar descansos regulares y variar tus actividades para evitar la sobrecarga y la tensión excesiva en los tejidos del hombro. 
   
• Realiza ejercicios de fortalecimiento y estiramiento: Mantener los músculos y tendones del hombro fuertes y flexibles puede ayudar a prevenir lesiones. Consulta con un fisioterapeuta o entrenador personal para aprender ejercicios específicos que sean adecuados para ti. 
   
• Cuida tu técnica de levantamiento: Si debes levantar objetos pesados, asegúrate de hacerlo utilizando una técnica adecuada para proteger tus hombros. Dobla las rodillas, mantén la espalda recta y utiliza los músculos de las piernas en lugar de cargar todo el peso sobre los brazos y los hombros. 
   
• Realiza calentamiento antes de la actividad física: Antes de realizar actividades físicas intensas o deportes, realiza ejercicios de calentamiento para preparar los músculos y articulaciones del hombro. Esto puede ayudar a reducir el riesgo de lesiones. 
   
  
• Descansa y recupérate adecuadamente: Permite que tu cuerpo descanse y se recupere después de actividades extenuantes o lesiones en el hombro. Darle tiempo suficiente para sanar puede prevenir la aparición de dolor crónico. 
   
  
• Mantén un peso saludable: El exceso de peso puede ejercer presión adicional en las articulaciones, incluyendo las del hombro. Mantener un peso saludable puede reducir la carga sobre los hombros y prevenir lesiones. 

TRATAMIENTO PERSONALIZADO 

Después de realizar el diagnóstico del dolor crónico de espalda, el especialista utiliza la información obtenida para un plan de tratamiento que permita al paciente mejorar su calidad de vida. Este plan puede incluir o combinar alguno de los siguientes tratamientos: farmacólogicos, bloqueos o infiltraciones (anestésico local y corticoides la mayoría de las veces; toxina botulínica en casos seleccionados), rehabilitación, terapia psicológica y técnicas mínimamente invasivas (como la radiofrecuencia).
  

TÉCNICAS APLICABLES EN EL DOLOR 

Hay varios tratamientos para el dolor cervical crónico, dependiendo de la causa subyacente del dolor. Algunas opciones de tratamiento incluyen: 

• Medicamentos: como analgésicos, relajantes musculares y antiinflamatorios, pueden ser útiles para aliviar el dolor y reducir la inflamación. 
• Ejercicios de estiramiento y fortalecimiento: pueden ayudar a reducir la rigidez y mejorar la flexibilidad de los hombros. 
• Terapia cognitivo-conductual: puede ayudar a reducir el estrés y la ansiedad, que pueden empeorar el dolor de hombros. 
• Infiltración de puntos gatillo (con anestésico local + corticoide o con toxina botulínica) de ciertos puntos dolorosos paracervicales derivados de contracturas musculares.  
• Bloque articular del hombro: El hombro es una estructura compleja formada por tres estructuras que principalmente generan dolor. Estas estructuras son la articulación glenohumeral y acromioclavicular así como el espacio subacromial. Estos son susceptibles de ser tratados mediante bloqueos. 
• Bloqueo foraminal. Infiltración a la salida de una raíz nerviosa para calmar el dolor causado por una hernia discal o a una estenosis de canal. 
• Radiofrecuencia. Procedimiento analgésico en el cual se utiliza una corriente eléctrica para “quemar un nervio” o “resetear la información dolorosa que transmite un nervio” para producir alivio del dolor. Muy utilizado en la artrosis facetaria. 

Es importante acudir a profesionales especializados en dolor crónico para determinar el tratamiento adecuado para su caso particular de dolor cervical crónico.