¿Qué es el dolor cervical crónico?
El dolor cervical crónico es un tipo de dolor que afecta la zona del cuello y los hombros, y que persiste por un periodo de tiempo prolongado, generalmente más de tres meses.
¿Cuáles son las causas del dolor cervical crónico?
El dolor crónico de cuello puede ser causado por lesiones en los tejidos blandos, músculos y ligamentos, como la tortícolis o un latigazo cervical o por problemas en las columna cervical, como la artrosis o hernias discales.
Puede ser causado por malas posturas, estrés y ansiedad, que pueden provocar tensión en los músculos del cuello y los hombros, por enfermedades degenerativas del disco y las articulaciones o enfermedades inflamatorias como la artritis reumatoide o la espondilitis anquilosante.
A veces, la causa del dolor cervical crónico puede ser desconocida. Es importante buscar la ayuda de un profesional de la salud para determinar la causa subyacente del dolor cervical crónico y encontrar el tratamiento adecuado.
¿Puedo prevenir el dolor cervical crónico?
Hay algunas medidas que se pueden tomar para reducir el riesgo de desarrollarlo:
- Mantener una adecuada higiene postural.
- Hacer ejercicios de estiramiento y fortalecimiento del cuello y los hombros, muy recomendados el yoga y el pilates.
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Evitar cargar objetos pesados.
- Usar almohadas y colchones adecuados para dormir.
- Realizar ejercicios contra el estrés y la ansiedad como el yoga, taichí o mindfulness.
Tratamiento personalizado del Dolor Cervical Crónico
Después de realizar el diagnóstico adecuado, el especialista utiliza la información obtenida para un plan de tratamiento que permita al paciente mejorar su calidad de vida.
Este plan puede incluir o combinar alguno de los siguientes tratamientos: farmacólogicos, bloqueos o infiltraciones (anestésico local y corticoides la mayoría de las veces; toxina botulínica en casos seleccionados), rehabilitación, terapia psicológica y técnicas mínimamente invasivas (como la radiofrecuencia).
Técnicas aplicables al tratamiento
Hay varios tratamientos para el dolor cervical crónico, dependiendo de la causa subyacente del dolor. Algunas opciones de tratamiento incluyen:
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Medicamentos: como analgésicos, relajantes musculares y antiinflamatorios, pueden ser útiles para aliviar el dolor y reducir la inflamación.
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Ejercicios de estiramiento y fortalecimiento: pueden ayudar a reducir la rigidez y mejorar la flexibilidad del cuello y los hombros.
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Terapia cognitivo-conductual: puede ayudar a reducir el estrés y la ansiedad, que pueden empeorar el dolor cervical crónico.
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Infiltración de puntos gatillo (con anestésico local + corticoide o con toxina botulínica) de ciertos puntos dolorosos paracervicales derivados de contracturas musculares.
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Bloqueo facetario. Infiltración de corticoide + anestésico local en las pequeñas articulaciones intervertebrales a nivel cervical. Recomendado en pacientes con artrosis facetaria.
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Bloqueo foraminal. Infiltración a la salida de una raíz nerviosa para calmar el dolor causado por una hernia discal o a una estenosis de canal.
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Radiofrecuencia. Procedimiento analgésico en el cual se utiliza una corriente eléctrica para “quemar un nervio” o “resetear la información dolorosa que transmite un nervio” para producir alivio del dolor. Muy utilizado en la artrosis facetaria.
Es importante acudir a profesionales especializados en dolor crónico para determinar el tratamiento adecuado para su caso particular de dolor cervical crónico.