La iontoforesis es un método terapéutico con la capacidad de introducir compuestos químicos o moléculas ionizadas en el interior de la piel, así como de determinados tejidos, mediante la aplicación de una corriente eléctrica.
Nos referimos a un tratamiento local e indoloro que tiene como finalidad introducir iones en el interior de la piel y de otros tejidos. De esta forma, aplica concentraciones elevadas del fármaco en la zona a tratar.
El propósito de la iontoforesis es la administración de concentraciones de un fármaco en una zona concreta. La penetración de dicho compuesto químico en la piel será menor a 5 cm, lo cual permite que los tejidos más cercanos a la superficie cutánea sean más susceptibles de recibir la sustancia. Es decir, los tendones, fascias, ligamentos y músculos superficiales.
El especialista coloca una gasa con la disolución del fármaco entre el electrodo activo y la epidermis. Después programa el dispositivo para establecer los parámetros de tiempo y dosis aconsejada, de acuerdo a las características del paciente y el objetivo que se persigue.
Este procedimiento se utiliza para aliviar el dolor generado por distintas enfermedades ya que posee un efecto analgésico y antiinflamatorio, determinados por la elección del ión.
La eficacia de esta clase de técnicas depende de diversos factores como la utilización de la misma, la profundidad que deseemos lograr, la composición química del compuesto, la propia piel del paciente y el flujo sanguíneo específico de la parte tratada.
Generalmente la iontoforesis se puede aplicar en las siguientes patologías: afecciones inflamatorias musculoesqueléticas agudas, artrosis, fascitis plantar, tendinitis rotuliana, epicondilitis, tendinitis calcificante de hombro, tendinitis aquílea, tendinitis bicipital y síndrome del túnel carpiano.
En cualquier caso, debemos aclarar que estas indicaciones son meramente informativas y la decisión de emplear una técnica u otra dependerá del criterio médico tras el diagnóstico realizado al paciente.
La iontoforesis es una técnica sencilla, indolora y no invasiva. Se trata de una buena opción de tratamiento local puesto que el medicamento no produce efectos en el sistema digestivo.
La administración se realiza en cantidades controladas, manteniendo los niveles plasmáticos constantes y, por consiguiente, supone la categorización de una técnica segura. No existen riesgos eléctricos al emplearse unas dosis de corrientes muy bajas.
Además, permite la detención inmediata de la aplicación del compuesto debido a la facilidad de retirada del aparato de la superficie corporal.
Unidad del Dolor
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